En el 2020, la pandemia puso las luces sobre el personal de la salud. Y las radios, prensa escrita y canales de TV alumbraron hacia Bélgica y una y otra vez me encontré relatando en la televisión los acontecimientos en el hemisferio norte. El alcance fue tan masivo, que mis colegas se fueron uniendo a mis redes sociales.

Formamos una familia en esos momentos de angustia. Y nos unió desde la lejanía. El apoyo mutuo fue tan fuerte que las distancias ya no eran lejanas, porque el corazón iba impulsando lazos de amistad.

Muchos me preguntaban cómo salir del país y seguir mis pasos hacia Europa. Cuando vi que había un decreto en Italia, no dudé en buscar información y compartirlo en las redes sociales. Tal vez a alguien le podría servir. Y así fue.

Puse un video en YouTube Milquita Velasquez y hubo mucho interés, y me pedían más información. Entonces seguí buscando información y colaborando con personas que deseaban conocer más sobre el tema.

De a poco la audiencia fue aumentando con personas desconocidas para mí. Y finalmente tuve que abrir un grupo de WhatsApp para enfermeros que deseaban realizar los trámites.

Pronto muchos empezaron a volar hacia Italia, y cada vez más y más profesionales. Para mí fue un placer poder aportarles las primeras herramientas para podes despegar.

Hubieron varios que teniendo todos los trámites preparados… no conseguían un reclutador que les procese el nulla aosta para ir a trabajar. Y viendo la decepción de gente que yo estimaba mucho, entonces decidí ponerme en campaña para ayudarlos.

Hasta que encontré una reclutadora que cumplía con todo. Absolutamente todo. Y contacté y ofrecí a los enfermeros que estaban listos para despegar.

Para mi desdicha, acababan de ingresar tantos enfermeros que habían hecho una pausa en el reclutamiento de enfermeros para encontrar médicos especializados. Y ahí me pidieron que busque médicos. Yo no estaba dispuesta a hacer una red de médicos porque yo tan solo venía para encontrar trabajo para mis amigos enfermeros. Yo ya tenía mi red de enfermeros.

Ante tanta insistencia, entonces accedí a buscar los médicos que me pidieron y de a poco fui colaborando con médicos. Y encontré otra red de médicos y cada médico le da mi contacto de WhatsApp a sus amigos para encontrar trabajo. Hice un grupo de WhatsApp para los profesionales de la salud y puedan evacuar sus dudas para iniciar los trámites exigidos desde el gobierno italiano para acceder un trabajo en el país. Como la Declaración de valor.

Hoy me piden médicos, enfermeros, fisioterapeutas, técnicos y licenciados radiólogos… y la vida es así. Seguimos. Todos los profesionales que me pidan yo los consigo y les hago un puente entre Latinoamérica e Italia.

¿Cuál es mi sueño? Un día reunirnos con quienes van ingresando al país y levantar las copas y brindar a la vida.

Soñar es bonito y si lo soñamos juntos es maravilloso.

Debo agradecer a la reclutadora y en especial a quien hoy es mi colega. A Massimo, porque juntos estamos hoy trabajando para ingresar a muchos profesionales. Por estar escuchándome y tener confianza en delegarme la elección de cada profesional.

Y el mejor regalo es ver las fotos que me envían en el aeropuerto o en Italia mismo. De eso se trata la vida, de metas compartidas.

¡Éxitos!

Milquita Velasquez